En la vida humana, solemos tropezar con situaciones a las que llamamos "problemas", que pueden ser de "solución" más o menos prolongada.
Recuerdo que en oportunidad de pasar unos días de verano en una playa tan pequeña como brava en su oleaje, una persona del lugar me explicó qué debia hacer si el mar no me dejara regresar a la costa, y me arrastrara aguas adentro. Lejos de lo que nuestro miedo "mental" nos haría hacer, el hombre me explicó que en tal caso, aun cuando me sintiera indefenso y nadie me escuchara, y las olas parecieran "tragarme", jamás luche contra el océano. "Jamás". "Sólo disntiendete, relájate y fluye... el mar no intentará ahogarte, sino salvarte.... si tu lo dejas. Y así te alejará de sus costas un poco más, y en un momento dado... te arrojará a unas de las puntas de la playa".... Y luego agregó "Pero si tu luchas... al mar se la pones difícil y no podrá hacer nada...y te ahogarás".
Creo que la enseñanza bien vale aplicarla para cuando creamos que la vida intenta ahogarnos.... si luchas se la harás dificil, y el Universo no podrá hacer su trabajo... sólo ríndiete y dejate llevar, sabiendo que estás en buenas manos.
Aunque podemos pensar que sabemos lo que es mejor para nosotros, podemos estar equivocados. Si sólo nos abriéramos, sabiendo de la existencia de un Plan Mayor, el Universo puede tenernos algo muy diferente, e incluso mejor de lo que podemos imaginar, algo que puede estar esperando que nosotros sólo lo observemos.
Por su parte, estamos guiados, por nuestro propio espíritu y además por otras fuerzas Universales. Las señales están alrededor y adentro de nosotros, todo el tiempo. Y el instante en que comenzamos a prestar atención a estas señales, y el instante en que dejamos de tratar de nadar contra la corriente, y en vez de esto que vamos con la corriente, esto es cuando la vida realmente empezará a fluir libremente.DONCA
