martes, 1 de noviembre de 2011

La próxima vez que te sientas tentado a criticar a alguien, pregúntate por qué piensas eso de ti mismo. Vemos en los demás sólo aquello que vemos en nosotros mismos. En lugar de criticar a los demás, elógialos, y verás cómo dentro de un mes notarás un enorme cambio en ti.

El poder del subconsciente
A luz de lo que he dicho hasta aquí, deseo analizar el poder de nuestro subconsciente. Nuestro subconsciente no hace juicios. Acepta todo lo que decimos, y crea en concordancia con nuestras creencias. Siempre dice «sí». Nuestro subconsciente nos ama y nos proporciona lo que nosotros armamos. Pero tenemos elección. Si elegimos conceptos y creencias de pobreza, entonces el subconsciente supondrá eso es lo que deseamos, y continuará dándonos estas s hasta que decidamos cambiar nuestros pensamientos, palabras y creencias por otros mejores. Nunca estamos obstaculizados porque siempre podemos volver a elegir. Hay millones y millones de pensamientos entre los cuales podemos escoger. Nuestro subconsciente no sabe distinguir entre lo verdadero y lo falso, o entre lo correcto y lo incorrecto. No nos viene desaprobarnos de ninguna manera. No nos conviene decir algo así como « ¡Ay, estúpido de mí!», porque el subconsciente escuchará ese diálogo interno y al cabo de un tiempo nos sentiremos realmente estúpidos. Si lo repetimos icho se convertirá en una convicción en nuestro subconsciente.


Os diré una verdad muy importante: el subconsciente no tiene sentido del humor. Es muy importante saberlo y comprenderlo. No se puede hacer una broma respecto a uno mismo y pensar que eso no tiene importancia. Cualquier frase despectiva que pronuncies sobre ti mismo, aun cuando lo digas con la intención de ser ingenioso o divertido, tu subconsciente la aceptará como verdadera. Yo no permito que hagan chistes despectivos en mis talleres o seminarios. Admito chistes verdes o de cualquier otro tipo, pero no chistes que muestren desprecio por una nacionalidad, raza, sexo, color, etcétera.
De modo que no hagas chistes ni comentarios despectivos sobre ti, ya que no te 
crearán buenas experiencias. Tampoco los hagas sobre otras personas. El subconsciente no distingue entre ti y los demás. Escucha las palabras y cree que
hablas de ti mismo.
La próxima vez que te sientas tentado a criticar a alguien, pregúntate por qué piensas eso de ti mismo. Vemos en los demás sólo aquello que vemos en nosotros mismos. En lugar de criticar a los demás, elógialos, y verás cómo dentro de un mes notarás un enorme cambio en ti.