...cuando miramos el fluir de la vida con ecuanimidad, los requerimientos del Alma para lograr esta meta preciada son simples:
-Amar lo que ES, la realidad tal como se manifiesta, aún cuando presente su cara terrible y furiosa. Así lo enseñan todas las tradiciones de sabiduría.
-Amar lo que somos, dejando de pretender ser diferentes, mejores o peores, respetando nuestros distintos rostros y personajes que surgen según cambian los contextos, respetando nuestro cuerpo, único y perfecto, respetando nuestros sentimientos tan necesarios y valiosos, sentimientos creados para ser sentidos y vividos, para dejarlos emerger y desaparecer, para dejarlos fluir...
-Amar a todos los que son, es decir a todos los compañeros humanos, pero en especial a los que nos conciernen de cerca, aquellos que forman parte de nuestra Alma familiar y que constituyen nuestro universo de lazos interpersonales y afectivos....
JOAN GARRICA BACARDÍ
("¿ Dónde están las monedas? el cuento de nuestros padres")