miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL INSOMNIO: Nos hemos acostumbrado tanto a vivir planificando, preocupándonos, organizando y controlando, que hemos olvidado cómo parar. Así que cuando vamos a la cama por la noche, nos encontramos con que la mente continúa.



Durante los años que he pasado dictando seminarios sobre crecimiento interior,
he encontrado a muchas personas con insomnio. Personas que no han podido dormir durante décadas, gente realmente desesperada. El insomnio es causado a menudo por nuestra incapacidad para desconectarnos. Pasamos tanto tiempo enfocándonos hacia el exterior en las distracciones del mundo, que detenernos se vuelve imposible para nosotros. Seguro que has notado esto cuando estás de vacaciones: puedes estar en una playa paradisíaca, o contemplando una impresionante vista panorámica desde el pico de una montaña, rodeado de tanta belleza, tanta perfección, y sin embargo… la mente continúa.

Es imposible para nosotros apagar la mente y sólo ser, saborear totalmente la vida como es ahora. Nos hemos acostumbrado tanto a vivir planificando, preocupándonos, organizando y controlando, que hemos olvidado cómo parar. Así que cuando vamos a la cama por la noche, nos encontramos con que la mente continúa. El cuerpo quiere descansar, pero el intelecto está fuera de control, corriendo delante de sí mismo, perdido en un estado permanente de distracción e inquietud.

Así como hemos desarrollado el hábito de la distracción constante, también podemos desarrollar un nuevo hábito: el hábito de estar presente, de enfocarse en la belleza de este momento. Al principio parece difícil, pero es sólo porque hemos pasado mucho tiempo haciendo lo contrario. Si empezamos a hacer un hábito de llevar nuestra atención a este momento, pronto comenzaremos a ver los resultados.






Ha sido fenomenal ver cómo la gente sana el insomnio rápidamente, a través de la práctica de las “facetas” que yo enseño. Ellas están diseñadas para anclar nuestra atención en el momento presente y hacer un hábito de ello, en lugar de ser algo que recordamos hacer de vez en cuando. Yo llamo a esto la estabilización de la conciencia: cuando nuestra conciencia está anclada permanentemente en la paz y la estabilidad que se encuentra en el interior, independientemente de lo que podría estar ocurriendo en nuestro entorno. Cuando empezamos a basar nuestra seguridad y bienestar en nuestro estado interior, nuestra dependencia de las arenas movedizas de lo externo comienza a disminuir. Esta es la verdadera libertad, porque si dependemos de aquello que no podemos controlar y que cambia constantemente (lo externo) ¿cómo podemos sentirnos libres? Somos esclavos de las cosas y las personas que nos rodean, cuando nuestra estabilidad depende de ellos. Sin embargo, si aprendemos a cultivar la plenitud interior, podremos disfrutar del mundo en que vivimos, sin el temor de perderlo y sin la necesidad de controlarlo. Esto nos permitirá al fin dejar de lado nuestra necesidad constante de estar preocupados y haciendo planes. En lugar de eso nos enfocaremos en la planificación cuando sea necesario, y cuando no - como cuando nos acostamos en la cama por la noche - podremos dedicar nuestra energía a saborear con plenitud ese momento de descanso, que yace dentro de la alegría de ser.

El sueño es un tiempo que pasamos sólos con nosotros mismos. Vamos a aprender a disfrutar nuestra compañía, en lugar de evitar a toda costa mirar hacia adentro. Esto hará que el sueño sea más agradable y, ciertamente, más fácil de alcanzar.




  Isha 




http://conciencia-donca.blogspot.com/